Cada 4 de febrero, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial contra el Cáncer. Esta no es solo una fecha en el calendario, es un llamado a la reflexión, a la esperanza y, sobre todo, a la acción. Porque el cáncer no discrimina: afecta a millones de personas, familias y comunidades en todo el mundo. Hoy, más que nunca, queremos recordarte que no estás solo.
En Clínica Lircay Achs Salud, creemos que la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado son las claves para cambiar el rumbo de esta enfermedad. Por eso, nos unimos a esta conmemoración con un mensaje claro: cuidarte es nuestra prioridad.
Sabemos que enfrentar el cáncer puede ser abrumador, pero también sabemos que cada pequeño paso cuenta. Un chequeo a tiempo, un estilo de vida más saludable o simplemente estar informado pueden marcar la diferencia. Porque tu salud no es solo un compromiso médico, es un compromiso de vida.
Hoy, en el Día Mundial contra el Cáncer, te invitamos a ser parte de esta lucha. Juntos, podemos construir un futuro donde el cáncer no sea una amenaza, sino un desafío que sabemos superar. Porque en Clínica Lircay Achs Salud, no solo cuidamos de ti, caminamos a tu lado.
¿Por qué se celebra el Día Mundial de la lucha contra el cáncer?
El Día Mundial contra el Cáncer se celebra cada 4 de febrero con el objetivo de unir a todos los actores sociales, médicos, científicos y pacientes en la lucha contra esta enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones internacionales han establecido esta fecha como una oportunidad para hacer un llamado global a la acción.
Este día es una oportunidad para educar, para recordarnos que la información salva vidas. Conocer los factores de riesgo, reconocer las señales de alerta y adoptar hábitos preventivos puede marcar la diferencia entre un diagnóstico a tiempo y una batalla más difícil. Porque el cáncer no espera, y tampoco nosotros podemos hacerlo.
Pero no se trata solo de números o estadísticas. El Día Mundial contra el Cáncer es, sobre todo, un espacio para compartir. Para que pacientes y sus familias encuentren apoyo, para que los profesionales de la salud intercambien conocimientos y, sobre todo, para que todos juntos construyamos un mensaje de esperanza y acción.
Porque cada historia de lucha, cada avance científico y cada gesto de apoyo nos recuerdan que, aunque el camino sea difícil, no estamos solos. Juntos, podemos cambiar el futuro del cáncer.
El cáncer: un enemigo común
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Es una enfermedad que no distingue edades, géneros ni condiciones y afecta a millones de personas, dejando huellas profundas en familias y comunidades enteras. En Chile, al igual que en muchos otros países, los cánceres más comunes incluyen el cáncer de mama, cáncer de próstata, cáncer colorrectal y el cáncer de pulmón.
Pero, ¿qué es una célula cancerígena? Son aquellas que pierden su control natural y comienzan a multiplicarse de manera desordenada y sin límites. Normalmente, nuestro cuerpo tiene mecanismos que regulan el crecimiento y la división de las células, pero cuando estos fallan, las células se vuelven «rebeldes». No solo crecen sin control, sino que también pueden invadir otros tejidos y órganos, lo que se conoce como metástasis.
Por eso, la detección temprana es crucial. Cuando el cáncer se identifica a tiempo, es más fácil tratarlo y evitar que se extienda. En Clínica Lircay Achs Salud, estamos comprometidos a ayudarte a entender estos procesos y a brindarte las herramientas para cuidar de tu salud.
¿Cómo prevenir el cáncer?
La prevención es la mejor herramienta que tenemos para reducir el riesgo de padecer cáncer. Si bien no existe una fórmula mágica para evitarlo por completo, algunos hábitos de vida pueden disminuir significativamente las probabilidades de desarrollar esta enfermedad.
Aquí te compartimos algunas recomendaciones clave:
Adoptar una dieta saludable
Comer una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y alimentos integrales, y baja en grasas saturadas y azúcares, puede fortalecer el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a prevenir el desarrollo de células cancerígenas.
Evitar el tabaco y el alcohol
El tabaco es el principal responsable del cáncer de pulmón, una de las enfermedades más prevenibles. Por otro lado, el consumo de alcohol está directamente relacionado con varios tipos de cáncer, como los de boca, garganta, hígado y mama. Aunque pueda parecer que su consumo moderado es inofensivo, la realidad es que cualquier exceso puede aumentar el riesgo.
Mantener un peso saludable y hacer ejercicio
El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de cáncer de mama, colon, riñón, hígado y otros. La actividad física regular también mejora la función inmunológica y ayuda a mantener el cuerpo en buen estado de salud.
Realizar chequeos periódicos
La detección temprana de cualquier tipo de cáncer es fundamental para su tratamiento. Los exámenes de detección, como mamografías, exámenes de próstata o colonoscopias, pueden detectar signos de cáncer antes de que los síntomas se hagan evidentes.
Protegerse del sol
La exposición excesiva al sol puede causar cáncer de piel. Usar protector solar, ropa adecuada y evitar la exposición directa en las horas de mayor radiación solar puede reducir el riesgo.
Vacunarse
La vacunación no solo protege contra enfermedades infecciosas, también puede ser una herramienta clave en la prevención de algunos tipos de cáncer. En particular, las vacunas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y la hepatitis B han demostrado ser efectivas para reducir el riesgo de desarrollar ciertos cánceres asociados a estos virus.
El rol de las personas con cáncer y la importancia del apoyo
Para aquellos que ya viven con la enfermedad, el Día Mundial contra el Cáncer es un recordatorio de que no están solos en esta lucha. Las personas con cáncer merecen un apoyo continuo no solo en términos médicos, sino también emocional.
En esa dirección, las redes de apoyo, la familia, los amigos y las organizaciones comunitarias juegan un papel crucial para ayudarles a enfrentar los desafíos físicos y emocionales que trae consigo la enfermedad.
El apoyo psicológico es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Ayuda a las personas a lidiar con el miedo, la ansiedad y el estrés que pueden experimentar durante el tratamiento.
Además, las políticas públicas deben garantizar el acceso equitativo a la atención médica, de modo que todas las personas, independientemente de su contexto socioeconómico, puedan recibir el tratamiento que necesitan.